Historia de Myanmar: Reinos y actual

Nov 22, 2023 | Blog de Myanmar | 0 Comentarios

La historia de Myanmar, también conocida como Myanmar, es fascinante y compleja. Este país del sudeste asiático tiene una historia rica y diversa que se remonta a miles de años. Desde su fundación en el siglo IX por el rey Anawrahta, Myanmar ha sido escenario de numerosos imperios, dinastías y conflictos.

Durante la Edad Media, los reinos de Pagan y Ava gobernaron Myanmar, dejando un legado histórico y cultural importante. Sin embargo, en el siglo XVI, el país fue conquistado por el Imperio Mogol y luego colonizado por los británicos en el siglo XIX. La presencia británica en Myanmar tuvo un impacto significativo en su historia, tanto en términos de desarrollo económico como en la creación de tensiones políticas y étnicas.

Después de años de lucha por la independencia, Myanmar finalmente logró liberarse del dominio británico en 1948. Sin embargo, el país continuó enfrentando problemas internos, incluyendo conflictos entre diferentes grupos étnicos y tensiones políticas. En 1962, un golpe militar llevó a un régimen autoritario que gobernó el país durante décadas, hasta las reformas democráticas que comenzaron en 2011.

Myanmar precolonial

En Myanmar precolonial, te transportas a un tiempo de enigmáticas civilizaciones y rico patrimonio cultural. Antes de la llegada de los colonizadores europeos, este país del sudeste asiático estaba dividido en diversos reinos y principados autónomos que coexistían en armonía.

La historia de Myanmar precolonial se remonta a varios siglos atrás, cuando la región era conocida como el Reino de Pagan. Aquí floreció la civilización birmana, que dejó un legado impresionante de templos y pagodas. La ciudad de Pagan, en particular, se convirtió en el epicentro de la arquitectura religiosa birmana, con más de 10,000 templos construidos durante su apogeo.

Otro reino importante en la Myanmar precolonial fue el Reino de Ava, que se estableció en el siglo XIV. Bajo el liderazgo de la dinastía Taungoo, Ava se convirtió en un gran poder militar y económico en la región. Durante esta época, se construyeron magníficos palacios y monasterios, y se desarrolló una sociedad culta y avanzada.

Sin embargo, a medida que avanzaba el siglo XIX, Myanmar fue sometida a la colonización británica. Esto marcó el fin de una era gloriosa para el país, y trajo consigo consecuencias devastadoras para su cultura y pueblo. La influencia extranjera transformó la sociedad birmana y alteró su historia y tradiciones.

Hoy en día, Birmania, conocida también como Myanmar, es un país en desarrollo que busca preservar su patrimonio cultural y recuperar su identidad precolonial. A través de la restauración de antiguos templos y monumentos, así como la promoción de su cultura y tradiciones, el pueblo birmano trabaja para mantener viva su rica herencia.

Primer Imperio birmano

En el Primer Imperio birmano, bajo el reinado de Anawrahta, se vivió un período dorado de expansión y prosperidad. Anawrahta fue uno de los reyes más influyentes de la historia birmana y se le atribuye la unificación de los diferentes reinos de la región.

Durante su reinado, el Primer Imperio birmano logró conquistar el reino mon, lo que significó un hito importante en la expansión del territorio. Además, Anawrahta adoptó el budismo como religión estatal, lo que tuvo un impacto significativo en la cultura y la vida cotidiana de los birmanos.

Uno de los principales legados de Anawrahta fue la construcción de templos en Bagan, una ciudad que se convirtió en el centro religioso y cultural del imperio. Los templos, con su impresionante arquitectura y detalles artísticos, reflejaban la riqueza y la devoción religiosa del imperio.

Sin embargo, a pesar de su período dorado, el Primer Imperio birmano también experimentó un declive en su poder y estabilidad. Después de la muerte de Anawrahta, el imperio se vio afectado por guerras internas y conflictos sucesorios, lo que debilitó su dominio sobre la región. En nuestros viajes a Myanmar podréis visitar estos imperios y mucho más.

templo de myanmar

Segundo Imperio birmano

En el Segundo Imperio birmano, los bamar lograron reagruparse después de 200 años y formar un nuevo imperio. Este logro fue posible gracias a su determinación y habilidad estratégica.

Después de la caída del Primer Imperio, los bamar se dispersaron y perdieron su dominio sobre las tierras birmanas. Sin embargo, encontraron una oportunidad de resurgimiento en Taungoo, un asentamiento de refugiados situado en una ubicación estratégica. Taungoo estaba rodeado por los mon al sur y los shan al norte y este.

La ubicación estratégica de Taungoo era clave para el éxito de los bamar. Estar rodeados por los mon al sur les permitía establecer alianzas y obtener recursos adicionales. Además, la presencia de los shan al norte y este representaba un desafío que los bamar aceptaron con determinación.

Aprovechando su ubicación geográfica y su conocimiento de la región, los bamar lograron fortalecer su presencia en Taungoo y expandir su influencia hacia otras partes de Myanmar. Este éxito marcó el comienzo del Segundo Imperio birmano, que perduró durante siglos.

Tercer Imperio birmano

El Tercer Imperio birmano fue establecido por el rey Alaungpaya, quien impulsó la tercera y última dinastía birmana al enfrentarse a los mon. Alaungpaya fue un valiente líder que logró unificar a los diferentes reinos de Myanmar, derrotando a los mon y estableciendo así su dominio sobre la región.

Sin embargo, su lucha no terminó ahí. Enfrentarse a los mon fue solo el comienzo de una serie de desafíos para el Tercer Imperio birmano. Los británicos comenzaron a aumentar su influencia en la región y buscaron expandir su territorio a expensas de los birmanos. Pero el sentido de invencibilidad de Alaungpaya inspiró a su pueblo a resistir contra los invasores extranjeros.

La resistencia birmana contra los británicos fue feroz y valiente. El liderazgo de Alaungpaya y su visión de un Imperio birmano independiente inflamaron el espíritu patriótico de su pueblo. Aunque finalmente los británicos lograron imponer su dominio sobre Myanmar, la resistencia birmana nunca se apagó por completo.

La Myanmar colonial

La Myanmar colonial fue un período histórico fascinante en el cual el país estuvo bajo el dominio de varios poderes coloniales europeos. Durante el siglo XIX y principios del XX, Myanmar fue gobernada por los británicos, quienes establecieron una administración colonial en el país.

Los dos últimos reyes

Los dos últimos reyes de Myanmar fueron Min de Bagan y Mindon Min. Uno de los momentos más destacados de su reinado fue la transferencia de la capital de Myanmar de Amarapura a Mandalay, realizada por Mindon Min en 1857. Esta decisión tuvo como objetivo revitalizar la ciudad y convertirla en el nuevo centro político y cultural del país.

Sin embargo, durante el reinado de Mindon Min, ocurrieron eventos trágicos como el asesinato de su hermanastro, el príncipe Pyinbya, quien fue sospechoso de conspirar contra el rey. Este hecho tuvo un gran impacto en la corte real y sumió al país en un periodo de incertidumbre.

Posteriormente, Thibaw Min, hijo de Mindon Min, subió al trono tras el fallecimiento de su padre. Durante su reinado, se produjo una masacre de familiares reales con el fin de consolidar su poder y eliminar posibles amenazas a su gobierno. Esta masacre fue un acto de crueldad sin precedentes y dejó una marca oscura en la historia de Myanmar.

El impacto del dominio británico

El impacto del dominio británico en Myanmar fue significativo y tuvo consecuencias duraderas en el país. Durante este período, hubo una afluencia masiva de inmigrantes indios y chinos a Myanmar, lo que tuvo un impacto profundo en la demografía y la sociedad birmana. Estos inmigrantes jugaron un papel importante en el comercio y la economía, pero también generaron tensiones y conflictos con la población birmana nativa.

Además, el dominio británico llevó a la ruina de muchos negocios nacionales en Myanmar. La introducción de empresas británicas y la competencia que representaron ejercieron una presión extrema sobre los comerciantes birmanos locales, dejándolos en una posición desfavorecida.

La opresión y marginación de la población birmana también fueron consecuencias del dominio británico. Los británicos impusieron su cultura, costumbres y prácticas a la población birmana y los relegaron a roles secundarios en el gobierno y la burocracia. Además, muchas ciudades y pueblos birmanos fueron rebautizados con nombres británicos, lo que exacerbó el sentimiento de pérdida de identidad y pertenencia.

La administración colonial británica también enfrentó dificultades para gobernar Myanmar. Las diferentes etnias y grupos religiosos en Myanmar tenían sus propias aspiraciones y demandas, lo que generó tensiones y conflictos que los colonizadores británicos tuvieron dificultades para controlar y resolver de manera efectiva.

Auge del nacionalismo

En la primera mitad del siglo XX, Myanmar experimentó un notable auge en su movimiento nacionalista, liderado principalmente por los monjes budistas y los estudiantes de Yangón. Estos grupos fueron fundamentales en la lucha por la independencia y la resistencia al régimen colonial británico.

Uno de los hitos más importantes de este período fue la huelga estudiantil de 1920, la cual fue convocada por la Asociación de Estudiantes Dobama en respuesta a las políticas injustas y opresivas impuestas por los británicos. Esta huelga no solo atrajo la atención de la población birmana, sino que también resultó en el arresto y deportación de los líderes estudiantiles a la India.

Las demandas de los nacionalistas birmanos durante esta época se centraron en dos puntos clave: el autogobierno y la oposición al régimen colonial británico. Los estudiantes y monjes budistas abogaban por la autonomía y el control sobre los asuntos internos del país, en lugar de estar sujetos a las decisiones de los británicos.

El movimiento nacionalista birmano sentó las bases para la independencia que se lograría en 1948. Fue un período de despertar de la conciencia nacional, en el que los birmanos lucharon por su libertad y desarrollo como nación independiente. Los monjes budistas y los estudiantes de Yangón jugaron un papel crucial en la movilización de la sociedad birmana y en la resistencia pacífica contra el régimen colonial británico. Este período de agitación marcó el inicio de una nueva era en la historia de Myanmar.

Aung San y la II Guerra Mundial

Durante la Segunda Guerra Mundial, Aung San desempeñó un papel importante en la historia de Myanmar. En un principio, se acercó a Japón en busca de apoyo para la independencia de su país frente al dominio británico. Aung San creía que Japón, que entonces estaba luchando contra las potencias coloniales en Asia, podría ser un aliado útil en su lucha. En 1941, lideró la formación del Ejército Nacional de Birmania en colaboración con las autoridades japonesas.

Sin embargo, a medida que la guerra avanzaba, Aung San se desilusionó con el trato japonés a su país y su falta de voluntad para promover la independencia birmana. Además, los abusos y la explotación cometidos por las tropas japonesas contra la población local aumentaron la insatisfacción de Aung San. Por lo tanto, en 1945, cambió de bando y comenzó a colaborar con los Aliados en su lucha contra Japón.

Este cambio de lealtades fue fundamental para la posterior independencia de Myanmar. Aung San logró convencer a los Aliados de que él y su ejército representaban los verdaderos intereses del pueblo birmano. Los Aliados reconocieron su liderazgo y, tras la derrota de Japón, Aung San se convirtió en una figura clave en las negociaciones para la independencia de Myanmar. Finalmente, en 1948, Myanmar se convirtió en un país independiente, y Aung San se convirtió en uno de los padres fundadores de la nación. Su papel durante la Segunda Guerra Mundial y su cambio de bando fueron fundamentales para el logro de la independencia birmana.

puente del tren en Myanmar

La Myanmar poscolonial

Después de la colonización, Myanmar enfrentó un período de transición hacia la independencia. En 1948, finalmente logró liberarse del dominio colonial británico y se convirtió en una nación independiente. Sin embargo, este cambio vino acompañado de diversos desafíos.

El gobierno postcolonial en Myanmar se caracterizó por su inestabilidad política y la lucha por el poder. Varios grupos étnicos y políticos competían por el control del país, lo que dio lugar a conflictos internos y tensiones que persistieron durante décadas. Además, el país se enfrentó a problemas económicos y sociales, como la pobreza y la falta de desarrollo.

Myanmar es conocida por sus abundantes recursos naturales, como gas natural, petróleo, jade y madera. Sin embargo, estos recursos no han sido gestionados adecuadamente, lo que ha llevado a la explotación descontrolada y la corrupción. Esto ha perpetuado la división entre las clases sociales y ha contribuido a la desigualdad en el acceso a los beneficios de estos recursos.

Myanmar en la actualidad

Después de 1990, Myanmar ha experimentado una evolución política marcada por los ataques a la Liga Nacional para la Democracia (LND) y la detención de líderes opositores. A pesar de los esfuerzos del gobierno por silenciar la voz de la oposición, la LND ha demostrado su persistencia a través de tácticas políticas inteligentes.

Uno de los momentos clave fue el intento de establecer una constitución aprobada por los estados en 2008. Aunque fue ampliamente criticada por su falta de transparencia y su tendencia a favorecer al gobierno militar, la LND utilizó esta oportunidad para presentar enmiendas y propuestas que reflejaban las demandas populares. Aunque no se logró un consenso pleno, este proceso proporcionó una plataforma a la oposición para demostrar su vigencia y compromiso con el proceso democrático.

A pesar de los avances, los líderes de la LND han enfrentado repetidos arrestos domiciliarios, con la líder opositora Aung San Suu Kyi siendo la más notablemente afectada. Estos arrestos han sido ampliamente condenados por la comunidad internacional, quienes argumentan que son un intento del gobierno de silenciar la disidencia y mantener el control político.

En resumen, desde 1990, Myanmar ha experimentado una evolución política compleja marcada por los ataques a la LND, la detención de líderes opositores y la lucha por establecer una constitución democrática. A pesar de los desafíos, la LND ha demostrado su persistencia y compromiso con el proceso democrático, a pesar de la represión y los arrestos domiciliarios.

En 2010, la liberación de Aung San Suu Kyi, líder de la oposición y ganadora del Premio Nobel de la Paz, fue un hito importante en el camino hacia la democratización de Myanmar. Su liberación marcó el comienzo de un período de reformas políticas en el país.

Otro momento cumbre en la historia reciente de Myanmar fue la celebración de elecciones generales en 2015, las primeras elecciones libres y justas en décadas. Estas elecciones llevaron al poder al Partido Nacional de la Liga para la Democracia, liderado por Aung San Suu Kyi.

En 2021 hubo un nuevo atentado contra la democracia y un nuevo golpe de estado llevó al país a una situación de violencia e incertidumbre, en la cual aun se encuentra a día de hoy.

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